jueves, 5 de abril de 2012

Laberinto

A sabiendas de mí. 
Falso extravío. 
De frente, me doy la espalda. 
Me miro los pies empapados por mis ojos 
que no dejan de lloverte 
a ti, ausencia nube,  
me miro los ojos inflamados de ti  
que no te ven,  
ausencia vaho, 
me escucho los silencios retumbar 
por no nombrarte. 
¿Puede sentirse lástima
ante la pérdida, 
con la que se nace? 
Si no estas y yo sí. 
¿Dónde entonces?
Voy a buscarte Minotauro, 
a ti, que sabes la piedad  
por uno mismo.

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