sábado, 10 de julio de 2010

FALLAS

El frágil cristal de realidad
se ha quebrado,
por un brusco movimiento de la tierra
el tiempo se derrama.

Parece todo girar en perfecta armonía,
pero adentro, muy adentro,
hay un gérmen.

El instante incapturable,
invisible,
desfigurado,
ejerce todo su poder.

Los nombres se transforman en rostros
y los rostros en ceniza.

Voy en sentido contrario,
los semáforos guiñan
compruebo que erré mi rumbo.

Todos pasan sin verme.

Sólo alcanzo a pensar:
a nadie le importa.




1 comentario:

  1. este es uno de los que te decia que estaban bien acá... como muy extraños en el trasfondo, porque me gusta esa temática...éste esta padre, me gustó...

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